El anfitrión fue muy atento y amable.

La falta de televisión en la habitación fue un inconveniente. Además, el acceso a la casa era complicado, ya que teníamos que subir y bajar escaleras constantemente. La opción de desayuno era bastante limitada para varias noches y echamos de menos opciones variadas.

1. Decoración hermosa
2. Comida deliciosa
3. Amabilidad de Bruno

1. Acceso con escaleras

La falta de televisión en la habitación fue simplemente inaceptable, no estoy aquí para salir y buscar entretenimiento. Además, las escaleras en todas partes son un verdadero peligro con niños. Me esperaba un obsequio de bienvenida o algo extraordinario por todos estos inconvenientes, pero, sorprendentemente, no hubo nada. Casi hubiera escrito una buena crítica, pero. no pude.

Un refugio encantador en Ovar

Desde el primer momento, Bruno nos hizo sentir como en casa. La decoración es simplemente espectacular. cada pieza cuenta una historia diferente y te transporta a otra época. El ambiente es acogedor, y la limpieza impecable. Además, el desayuno es abundante y delicioso, lo que nos permitió comenzar el día con energía.

Lo único negativo que encontramos fue que el acceso a la casa incluía varias escaleras, lo que podría ser un inconveniente para algunas personas. Sin embargo, a pesar de esto, la experiencia fue memorable.

El desayuno variado fue un comienzo perfecto para el día.

El lugar ofrece un ambiente acogedor y una limpieza impecable. Sin embargo, el desayuno podría ser más variado y el sofá cama no era el más cómodo. A pesar de estos detalles, el anfitrión fue muy atento, lo que mejoró nuestra experiencia.

Desde que llegamos, mis hijos disfrutaron del descansillo de los juegos y la habitación tenía un ambiente muy acogedor. El desayuno fue variado y abundante, lo que hizo que comenzáramos el día con energía. La limpieza era impecable, lo que siempre es un plus para una familia. Además, está bien ubicado para explorar los alrededores sin las multitudes.

Pudimos notar que había escaleras en muchos lugares, lo que puede ser un poco complicado con niños pequeños.

Casa bien bonita y acogedora, perfecto para relajarse. Bruno es un gran anfitrión, siempre bien atenta a nuestros detalles. Desayuno muy variado y delicioso, ideal para empezar el día. Ubicación tranquila pero cerca de todo. Sin duda, iremos de nuevo.

Un lugar acogedor y especial

Bruno y Martin son súper amables, te hacen sentir como en casa. Tienen una zona de picnic que es perfecta para disfrutar al aire libre. Solo que el wifi podría ser mejor, un poco lento a veces. Pero la decoración de la casa es simplemente impresionante, cada rincón tiene su encanto.

Un lugar encantador, Bruno un anfitrión excepcional que te hace sentir como en casa. Habitaciones con un toque acogedor, ideal para relax. Comida exquisita y abundante. Un bonito rincón en Ovar, perfecto para desconectar de todo.

La decoración es impresionante y la zona de picnic es genial, pero el wifi es lento.

El ambiente es muy acogedor 💖, con una decoración que cuenta historias. La atención del anfitrión y el espacio para picnic son perfectos para disfrutar al aire libre. Se encuentra cerca de cafeterías locales y a algunos minutos de varios museos interesantes.

El desayuno podría ofrecer más opciones para estancias largas, como un poco más de variedad en los sabores de mermelada.

Recomiendo para quienes buscan un ambiente acogedor

Bruno, el anfitrión, es un tipo excepcional que te hace sentir en casa desde el primer momento. La decoración de la casa es un espectáculo visual. cada rincón tiene su propio carácter y te transporta a otra época.

No fue barato, pero aceptable.

Una experiencia encantadora en un ambiente acogedor

Bruno y Martin se aseguraron de que nuestra estancia fuera inolvidable. Mencionaron unas excelentes cafeterías cercanas donde degustar delicias locales. Además, disfrutamos de largos paseos con nuestro perro, quien tuvo su propio espacio para jugar. Sin duda, planeamos regresar.